
POMPEYA, LA CIUDAD INTACTA
7 de mayo de 2021
Patricia Pérez
Para aquellos viajeros que cuando visitan un lugar, en su mente se imaginan cómo era en el pasado, Pompeya se convierte en viaje obligatorio. Entrar en la ciudad romana, implica retroceder unos 2.000 años en el tiempo. Es un museo a escala real, bello y trágico, combinación que lo hace aún más irresistible.
Esplendor y tragedia
Se atribuye a los oscos la fundación de Pompeya en el S.VII a.C, poblado que fue creciendo hasta convertirse en una rica ciudad, llena de arte, grandes monumentos, viviendas lujosas y naturaleza. Sin embargo, la situación que parecÃa idÃlica, acabarÃa de forma trágica.
En el año 62 a.C sufrió un fuerte terremoto que destruyó gran parte de la ciudad, y casi dos décadas después, tuvo lugar el trágico suceso. Vesubio, el volcán que se encuentra a unos kilómetros de la ciudad, entró en erupción una noche clara y tranquila, enterrando para siempre a la ciudad de Pompeya en el año 79.

El volcán Vesubio con la costa italiana de fondo
No fue hasta el siglo XVI, que Pompeya volvió a la luz. Durante todos ese tiempo, la ciudad portuaria quedó en el olvido, sepultada bajo la ceniza. Las excavaciones empezaron en 1748 y hoy en dÃa siguen encontrando nuevos hallazgos, convirtiéndose en el yacimiento arqueológico (45 hectáreas) más importante de la Antigua Roma.
El terreno descubierto se expande al 60% de la ciudad, por lo que aún queda por descubrir el 40%. Sin embargo, Llorenç Alapont, especialista en arqueologÃa funeraria, comenta que ‘es posible que nunca se excave, pues existen muchos problemas de conservación’.

Vista a Vesubio desde el yacimiento arqueológico
Un viaje al pasado
El horrible acontecimiento que vivieron los contemporáneos, es lo que hoy permite encontrar una ciudad intacta. El material volcánico expulsado en el 79 a.C ha hecho posible que, cientos de años después, toda Pompeya se conserve en perfecto estado.
Cuando se cruzan las puertas del recinto, es poner un pie en la Antigua Roma, ya que muchos de los edificios mantienen su estatura original, sus colores en la pared y sus adornos. Incluso, el turista puede entrar en las viviendas por los arcos de las supuestas puertas y ver los hogares, muchos de ellos, aún con parte de decoración.
Es tal la magnitud de conservación, que lo más impactante y escalofriante son los cuerpos petrificados de los pompeyanos, quienes a mitad de la noche fueron sorprendidos por el fuerte estruendo. El horror se puede observar en muchas caras de los restos vigentes en la actualidad.

Cuerpo petrificado de un pompeyano del año 79 a.C
¿Qué tesoros ver?
Pompeya es una excavación de 45 hectáreas, un terreno muy extenso y con muchas cosas por ver: domus (La Casa del Fauno o la Casa de los Misterios), palacios, plazas, tabernas, panaderÃas y lavanderÃas. Sin embargo, hay sitios que nadie debe descuidar cuando visita la ciudad.
El lupanar
El lupanar era el prostÃbulo de Pompeya, la palabra proviene de lupa, que en latÃn significa loba o ramera. En la actualidad, los visitantes pueden entrar al edificio y encontrar en él diversas estancias, donde aún se encuentran algunas camas de piedra y unos frescos con escenas eróticas.

Pintura erótica encontrada en el lupanar
El anfiteatro
Es el anfiteatro romano más antiguo, ya que fue el primer construido en piedra en el año 70 a.C. Cuenta con 135 metros de largo y tenÃa una capacidad total de 20.000 personas. Su función era albergar grandes espectáculos abiertos a todo el público, e incluso, en los dÃas muy calurosos los espectadores eran rociados con agua fresca.
El gimnasio
El gimnasio es uno de los espacios más extensos de todas las ruinas de la ciudad intacta. El espacio rectangular, rodeado por columnas, era utilizado por los jóvenes pompeyanos como lugar de entrenamiento fÃsico. Los romanos, como grandes guerreros que fueron, daban mucha importancia al fÃsico.

Anfiteatro y en segundo plano el gimnasio
Las termas
Con el gran tamaño de Pompeya, es normal que hubiera más de una terma repartida por la ciudad. Hasta el dÃa de hoy, se han descubierto cuatro, pero las de mayor envergadura son las Termas Estabianas. En ellas se encuentran las dos secciones (hombres y mujeres) con sus respectivos vestÃbulos, una grande palestra donde hacÃan ejercicio y parte de la decoración original. Además, se puede observar el sistema de calefacción que utilizaban los romanos, el praefurnium.
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El interior de las Termas Estabianas
Los templos de Apolo y Júpiter
Los pompeyanos eran politeÃstas, es decir, creÃan en muchos dioses. Por ello, su ciudad estaba repleta de templos y espacios de veneración a las deidades. Sin embargo, hay dos grandes templos a destacar, los dedicados a Apolo y Júpiter. El de Júpiter, situado en la parte norte del foro, es de estilo itálico y fue construido en el año 20 a.C. Mientras que el templo de Apolo se sitúa al oeste del foro de Pompeya, y en su interior habÃan frescos de la guerra de Troya.

Templo de Apolo
A tener en cuenta
Antes de aventurarse a visitar el yacimiento romano mejor conservado del mundo, se debe tener presente la situación, horarios y precios. Además, se recomienda las visitas guiadas para poder tener una experiencia plena y, sobre todo, no dejarse ningún detalle del lugar.